jueves, 12 de junio de 2025

Día 1 de 60

 Hoy es otro día frío en Bogotá. Ayer fue el primer día de Yoga , mucho mejor que la meditación que probé el lunes. Estirarse, respirar, hacer movimientos que nunca había hecho, ayudó. Pero incluso muchos de esos movimientos me recordaron momentos de gran conexión que teníamos juntos. Tenía que detener los pensamientos  por un momento y respirar con mayor conciencia.

 El día cerró muy raro, veía mi entorno distinto, las calles, los colores, todo era extraño, como si estuviera en un sueño (o pesadilla). Busqué y en lo que encontré decía que era un mecanismo que usaba el cerebro  para hacer un cortocircuito por la sobrecarga a la que lo tenía expuesto. 

Han sido 20 días horribles, oscuros, como nunca antes lo había vivido, la culpa, la ausencia, el miedo, la angustia, no me han soltado todos estos días. Y aún no sé cuánto falte.

Mañana será una nueva terapia, voy con fe, con la mente puesta en que podré construir una versión nueva en la que primero sea libre para con esto poder de nuevo tocar su corazón. Es una espera terrible en la que aunque me da temor consumirme, pongo todo de mí (aunque no parezca) para hacer una vida nueva. 


Escuchando noche sin sueños

lunes, 16 de diciembre de 2024

Un día simplemente no estás

 Un día de repente no ves

O de repente no puedes oír

O de repente no puedes hablar, ni sentir, ni respirar 

Un día tu pecho se detiene, y tu sangre deja de circular 

Y tu cerebro se empieza a secar 

Un día simplemente no estás 

miércoles, 9 de agosto de 2023

Un año de Odín

 La semana pasada cumplió un año el fallecimiento de Odín. Lo recuerdo constantemente. Su mirada cálida y cariñosa, su maullido suave, su compañía constante e impoluta. 




martes, 31 de enero de 2023

En el día de mi cumpleaños

Aún veo esa montaña fría e imponente mirándome desde muy arriba invitándome a que suba alli para ver por última vez la luz del sol, para volver a nacer abrazado a una eternidad que solo yo podré entender.

jueves, 4 de agosto de 2022

Odín

 

Recuerdo el día que llegó a casa, fue a mediados de 2008, hace ya 14 años, tendría seguramente un par de años, era pequeño, peludo, y amistoso. Un gato encontrado por el vigilante del edificio y que al pensar que era de nosotros nos llamó. 

Era una mañana soleada, tan pronto llamó al citófono revisé si Musa y Venus estaban adentro, pero era casi imposible que no lo estuvieran. "Se les perdió un gatito?" preguntó N., con su manera habitual, suave y amable. Le dije que no cuando constaté que V y M estaban en el apartamento. "Igual ya bajo". 

Ya en la portería vi al gatito sentado en la única silla que ha tenido la portería, tenía el pelo largo, gris oscuro encima, su pecho era blanco y también de pelo largo, la cola muy peluda y la cabeza, de forma redondeada, pareciera que estuviera cubierta por un casco gris. Su boca estaba rodeada de pelo blanco y en cambio sus ojos y la parte de encima tenía pelo gris oscuro. Alrededor de sus ojos pareciera que tuviera delineador, sus bigotes eran muy largos, casi el doble de los de V y M. y Su nariz era chata, no en exceso, pero si lo suficiente para que pareciera que fuera respingada. Era pequeño, tierno, encantador.

Cuando lo vi me miró largamente, volteó hacia un lado la cabeza y me maulló de forma suave y tierna. N sonrió y me dijo que había llegado a la portería hacia un poco menos de 1 hora, tenía las patas blancas llenas de tierra, pero en general no estaba sucio. No era arisco, ni tímido, tenia las uñas cortadas, lo que sugería que venía de alguna casa. Lo tomé en mis brazos y luego nunca más volví a soltarlo. 




viernes, 19 de marzo de 2021

 Ni una entrada en este blog en todo el año de pandemia. Probablemente todo lo contrario a lo que la mayoría de personas hicieron durante 2020, poner en todos los formatos posibles sus vivencias, experiencias, sentimientos, etc  para que muchos otros los vieran y se animaran a crear más y más contenidos, alargando así el círculo vicioso de autor - auditorio - autor del que parece imposible salir. A mi favor tengo que con este párrafo no voy a darle continuidad a este círculo, si no hay auditorio no existe el autor.   

viernes, 16 de agosto de 2019

Lluvia incesante

Llueve en mi interior, llueve afuera, una tormenta desatada con una manchas de verano que vuelven a quedar ocultas tras nubes oscuras y violentas. Rayos, centellas, truenos, una marea alta que arrasa la playa dejando palmeras en el piso, miles de cangrejos y peces ahogados y aplastados. Las alertas no sirvieron, las alarmas no sonaron, los equipos de riesgos se durmieron o no estaban o estaban de fiesta o pusieron manos en sus oídos para no escuchar nada.

¿Y cuándo escampará? ¿ha escampado alguna vez? Turin hijo de Hurin se viene a mi cabeza. Con su dolor, con sus tormentas, con sus aguas profundas y oscuras. Turin que nunca fue salvado.

Datos personales

Muchas veces me siento errante en esta tierra, como muchos de ustedes, pero a diferencia de esos muchos y de los pocos que faltaron, me siento incapaz de crear o hacer algo que me satisfaga enormemente

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